¿Qué es un profesor chévere?
Por Vladimir Carrión Ramos ( escrito en el 2012)
Esa pregunta rondaba por mi cabeza desde hace años, el año 1999 un
alumno me dijo que yo era un profesor chévere, yo le pregunté ¿por qué
decía eso?, él sólo atino a decirme que yo era chévere y punto.
Le pregunté a un colega el porque los alumnos decían eso de mi, él me
dijo que debía ser porque era condescendiente con ellos, esa respuesta
no me llenó, me confundió más.
Le pregunte a otro colega sobre lo mismo y el me dijo que era chévere
porque seguro regalaba puntos en los exámenes, otra vez quedé
confundido.
Mi duda y confusión fueron creciendo busqué a otro colega y le hice la
misma interrogante, él me dijo que seguro era porque era permisivo, mi
duda y confusión crecieron más y aumentó mi preocupación por mi
profesionalismo.
Han pasado 11 años, he recorrido muchos colegios y universidades como
profesor y siempre escucho de mis alumnos la misma frase “Usted es un
profesor chévere”, que con todas las respuestas de mis colegas de años
anteriores me siento mal, que deseo ya no ser un profesor chévere.
Encontré a un profesor de mi formación universitaria y me preguntó
porque me sentía mal por mi carrera , yo le conté lo sucedido y el me
hizo interrogantes por mi forma de trabajar, si había cambiado desde que
me inicié hace 16 años, yo le respondí que ahora era un docente
cuestionador de mi formación profesional y que defendía mi posición
pedagógica, era un docente que buscaba innovar , práctico y creativo,
que cada año cometía menos errores con mis estudiantes y colegas, pero
lo que no he podido desaparecer de mí era porque mis alumnos me seguían
diciendo que era un profesor chévere. Él me dijo que yo había preguntado
a las personas equivocadas, que las únicas personas que me podían dar
la respuesta era aquellos que decían que yo era un profesor chévere.
Así que con la mente despejada le pregunté a un par de exalumnos porque
decían que yo era un profesor chévere, ellos me respondieron que era
porque cuando entraba al salón los recibía con una sonrisa, porque a
cualquier problema que sucedía lo solucionaba con ellos mismos, porque
los entendía y compartía sus cosas y juegos, porque los protegía y
defendía ante cualquier critica de algún profesor, porque escuchaba
cualquier opinión a pesar que este errada, porque me reía de sus bromas
sin ofender a nadie, porque los escuchaba en sus cosas que podían haber
sido tonterías, porque les devuelvo el saludo, porque cuando los
regañaba lo hacia sin que se sintieran mal y porque nunca dejaba de
sonreír.
Esa respuesta me puso un nuevo reto, que no debo dejar de ser un
profesor chévere y que debo ser un profesor más humano, intentando
imitar a los maestros que dejaron huella, y que cada alumno tiene un futuro y eso se construye en
el presente. Gracias por decir que soy un profesor chévere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario